Rápidamente está cambiando la manera de ver la calidad de los productos que compramos, la relacionamos al precio, a la durabilidad, la imagen, etc.
El concepto cambia de persona a persona, y no es posible definirla satisfactoriamente si no es con el acercamiento a la percepción del cliente.
Debemos tomar en cuenta estas preguntas:
- ¿Qué quiere el cliente y qué le vamos a entregar?
- ¿En qué momento se crea la calidad de nuestro producto?
- ¿Cómo sabemos si tiene la calidad que le queremos ofrecer?
- ¿Va a pagar por esta calidad?
Las respuestas surgen al CREAR UN SISTEMA DE CALIDAD INTEGRADO EN LA MANUFACTURA; no debe haber aspectos separados, siempre deben funcionar en conjunto.
En la fabricación se deben tomar decisiones estrictas teniendo siempre en mente la calidad total y considerando que, al tener un producto defectuoso, tirarlo es muy caro, y repararlo no garantiza la calidad; por lo que dichas situaciones deben evitarse desde un inicio ANALIZANDO LOS RIESGOS.
Además, asegurar la calidad en los productos tiene un trasfondo desde el cual debe partirse: un clima laboral sano y con mentalidad de trabajo en equipo, para así evitar los debates entre departamentos.
Toda empresa, independientemente del tamaño, debe cultivar la política de trabajar con el esquema de EQUIPO MULTIDISCIPLINARIO, definiendo tácticas para prevenir -y mucho mejor evitar- problemas, así como las soluciones en el caso que surjan. Dejar sentado lo que nunca debe permitirse que suceda, o lo que se puede tolerar en la empresa, industria, etc.
Todos los procesos siempre deben estar documentados, y a su vez deben ser comunicados y entendidos en todos los niveles. Así surgen los ESTÁNDARES DE CALIDAD, desde una micro y pequeña empresa pueden diseñar sus propios estándares de calidad; muchas veces no es posible contar con certificaciones internacionales en las que se invierte cierta cantidad de dinero para mantenerla; pero un buen comienzo es diseñar estándares de calidad propios que garanticen productos deseables y solicitados por cada vez más clientes.
La calidad debe ser interiorizada por la persona y plasmada desde lo más pequeño. Bien se dice que importa más la calidad que la cantidad.
