La motivación se relaciona con el impulso y el esfuerzo por satisfacer un deseo o una meta. La satisfacción se refiere al placer que se experimenta cuando se satisface un deseo. En otras palabras, la motivación implica un impulso hacia un resultado y la satisfacción es el resultado ya experimentado.
Por lo tanto, desde un punto administrativo, una persona puede tener una alta satisfacción en el empleo, pero un bajo nivel de motivación por el mismo o viceversa. En igual forma, las personas que consideran gratificantes sus puestos, pero a quienes se les paga mucho menos de lo que desean o piensan que se merecen, probablemente buscarán otro empleo.
Heinz Weihrich, Harold Koontz (Administración)